Respuesta: Respuesta: ¿Qué es lo que tiene?

La ultima vez que os hablé de Alex nos quedamos por aquí.

Ví la cara de sorpresa de Minerva nada más recibir el e-mail. Desde los cristales de mi despacho se puede ver su escritorio, y durante nuestra jornada laboral nos hablamos, en la distancia, a través de muecas y carotas. Y cuando no nos entendemos bien, ya descolgamos el teléfono. Aquel día podía distinguir perfectamente cómo leía mi email, como sus ojos no paraban de desplazarse por la pantalla, y descubría, de vez en cuando, una mueca sonriente en su cara. Cuando acabó de leerlo, levantó la vista de la pantalla y me hizo su típico gesto de llevarse el dedito a la sien, o símbolo de estar loca. Tecleó unas pocas palabras, y llegó a mi bandeja de entrada su respuesta.

“Me encanta ver cómo pierdes el culo por un hombre, ¡pero te estás equivocando de camino! ¿Acaso quieres convertirte en su mejor amiga? ¡NO SIGAS POR AHÍ!”

Cuanta razón llevaba, como siempre, la buena de Minerva. Porque a partir de ese mismo día me he acordado de ese e-mail cada mañana.