domingo, 31 de julio de 2011

Un susurro




Me sentí caer al vació cuando me susurró al oído.

Ni sus ojos verdes, ni su sonrisa encantadora, ni siquiera su seductora voz en tonos graves habían conseguido ese efecto de dejarme caer a lo más profundo de mis instintos. Ese susurro, junto al suave tacto de su barba en mi piel, activaron el botón del ON de un montón de emociones que permanecían dormidos desde hacía meses.

Caí al vacío del descontrol de sentimientos, una vez más.

Pero no era Alex, ya no.