- Explicame otra vez como te caiste en la alcantarilla, por favor …
- No me caí en la alcantarilla, tropecé con ella, ¡y deja de reirte!
- Y te rompiste bien las medias.
- Me hice dos horribles agujeros en aquellas medias, ¡pero no te rias! A ninguna mujer le gusta romperse las medias, ¡de esa manera! Y más en público.
- ¿En qué pensabas?
- Sólo tropecé … quién sabe.
- Estaba pensando en mis cosasSi supieras que llevaba quince minutos sentada en ese banco, enfrente de aquel pub .. y que cuando te ví me escondí tras un kiosco para verte pasar, y que después decidí seguirte a hurtadillas, a ver donde vivías, pero que te me despistaste en un esquina, y adelanté un poco el paso para encontrarte, y por eso NO VÍ aquella alcantarilla …
- Pues te sientan bien ese tipo de incidentes, estabas muy bonita con el flequillo revuelto. ¡Camarero, otras dos cervezas!
- Claro …
- Nunca te revuelves el flequillo.
Y me miró con aquellos ojos, y los acompañó con aquella sonrisa, que me dieron ganas de pasarme la mano por la frente y despeinar aquella obra maestra de los flekillos. Pero aún no había confianza.