martes, 10 de marzo de 2009

Encantados de conocernos


Después del incidente de las medias y la alcantarilla, me acompañó a casa. Por el camino le prometí que tenía en casa alcohol y betadine y que iba a curarme yo misma, pero en aquel momento mis rodillas peladas eran lo que menos me importaban en este mundo.

Encantados de conocernos, quedamos en que ya nos llamaríamos para ver como iba la recuperación, pero obviamos el pequeño detalle de intercambiar números de teléfono. Es lo que pasa, con los nervios. Cuando cerré la puerta tras de mí y me di cuenta del desastre, era demasiado tarde. Habia estado con el hombre que hasta ayer solo era de papel y cristal, se ha interesado en saber de mí, y yo me olvido de darle mi puto teléfono.

Me podría consolar pensando en que por lo menos, nos hemos conocido. Y una mierda

Pasaron varios días en los que ya si me dolían las rodillas, en los que el hematoma empezaba a coger un color violeta intenso que me recordaba lo maravilloso que había sido ese encuentro y como se había acabado
antes de empezar. Así se le quitaban a una las ganas de pregonarlo por ahí. Tonta, tonta, tonta ...


Y el día menos pensado, tocaron al timbre.


¿Que tal esas rodillas?


1 cosas que decir:

Anónimo dijo...

Muchas gracias guapa, me alegro que te guste el micromonólogo ;)

Pues si era un piloto malo en serio jajaj asi que me alegro mucho que te guste. A ver si me joramos el audio y ya metemos todas las secciones ;)

Gracias de verdad, estais dejando cada comentario que ni lo esperábamos jajaja GRACIAS!!!
Besos.
Que suerte vivir en graciaaa XD
Si ves a mi amigo el caracol saludale de mi parte ;)