lunes, 1 de marzo de 2010

Un sueño

Anoche tuve uno de los pocos sueños que recuerdo de forma totalmente nítida.


Una mesa, en el centro de un restaurante. No se si hay alguien mas, yo solo te veo a ti. Me he puesto mi vestido azul oscuro, ese que siempre reservé para nuestra primera cita romántica.


La cena se ha acabado y sobre la mesa solo quedan nuestras cucharillas de postre, unas servilletas usadas y una vela a medias. De fondo suena una versión femenina de esa balada que tanto te gusta.


Hace unos minutos que nos estamos mirando fijamente a los ojos. No puedo soportarlo más, y me sale una sonrisa de emoción que intento retener mordiéndome el labio. Casualmente, tú estás haciendo lo mismo, y me gusta tanto. En un par de ocasiones he dejado caer mi brazo estirado sobre un lado de la mesa, con la mano abierta. Te he visto mirar de reojo, pero no te has atrevido a cogerme la mano, hasta el tercer o cuarto intento. "Is the freakiest show" sonaba mientras entrelazabas tus dedos con los míos.


Bajo la mesa, mis pies están de puntillas, como si el resto de mi cuerpo esperara con impaciencia un beso. Un beso que llega cuando te inclinas sobre la mesa y levantas mi barbilla con la mano. Un beso que llega cálido y tras el que no puedo hacer mas que marcar una vez mas mis pómulos ruborizados, y pestañear.


Te estoy diciendo tantas cosas sin que me oigas... Será verdad, que hay vida en marte.

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