Minerva - ¡Qué cobarde me parece! Luego dicen de nosotras, a los hombres no hay quien os entienda – dijo mientras dirigía su mirada a Jordi, que comía un croissant en nuestra mesa.
Jordi- A mi no me mires que no se ni de qué hablais.
Lucía - Definitivamente, de esta historia ya no queda nada por sacar. Se acabó.
Minerva - ¿Porqué no vas a hablar con él? El problema es que te ibas, y ahora estás aquí, eso cambiará algo ¿no?
Lucía – Y si no es esto, será otra cosa, y siempre habrá una excusa para que pase de mi. Hemos estado uno frente al otro, y parecíamos dos extraños. ¡Como si nada! Ya no hay nada más que hacer - dije con los ojos fijos en la taza de café.
Minerva - ¿Tú qué opinas, Jordi?
Jordi – Pues yo no conozco de la historia la mitad, no me veo capaz de opinar.
Minerva – Te pongo al día: Lucia y Alex se conocen y se hacen muy amigos. Lucía se enamora terriblemente de él pero no conoce cuales son los sentimiento de él hacia ella. El conoce a otra chica y se hacen novios, deja de lado a Lucía y con el tiempo vuelven a retomar el contacto. El día de cumpleaños de él se besan, pero él hace como si nada y le dice que no quiere estropear las cosas. Al tiempo la invita a una fiesta y follan …
Lucía- ¡¡Minerva!!
Minerva - ¡¡Estoy resumiendo ¿vale?!! Pues eso, y a los días va el tío y le dice que el problema siempre ha sido que Lucía tenia que volver a su ciudad, pero que el tambien estaba enamorado de ella.
Jordi – Pero ahora estás aquí.
Lucía – Si …
Minerva – Si, y se encuentran y el chico no hace ni dice nada …
Jordi – Pues yo solo te diría Lucía, que debería quererte mucho para que te calentaras la cabeza por un tipo así. Él se pierde a una chica tan estupenda como tú. – dijo mientras sonreía y se levantaba de su taburete, rumbo a la oficina de nuevo.
Minerva – Oye Lucía –susurró en voz baja junto a mi oído - apuesto a que no te has fijado como te mira este yogurín. Dicen que un clavo quita a otro clavo, ¿no?